lunes, 28 de abril de 2008

Para mis "Huaynas", con cariño..

Les quiero contar la siguiente historia:


Hubo en la carpintería una extraña asamblea; las herramientas se reunieron para arreglar sus diferencias. El martillo fue el primero en ejercer la presidencia, pero la asamblea le notificó que debía renunciar. ¿La causa? Hacía demasiado ruido, y se pasaba el tiempo golpeando.

El martillo reconoció su culpa, pero pidió que fuera expulsado el tornillo: había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.
El tornillo aceptó su retiro, pero a su vez pidió la expulsión de la lija: era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.

La lija estuvo de acuerdo, con la condición de que fuera expulsado el metro, pues se la pasaba midiendo a los demás, como si él fuera perfecto.

En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo, utilizando alternativamente el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Al final, el trozo de madera se había convertido en un lindo mueble.

Cuando la carpintería quedó sola otra vez, la asamblea reanudó la deliberación. Dijo el serrucho: “Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestras flaquezas, y concentrémonos en nuestras virtudes”.
La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba solidez, la lija limaba asperezas y el metro era preciso y exacto. Se sintieron como un equipo capaz de producir hermosos muebles, y sus diferencias pasaron a segundo plano.



Cuando el personal de un equipo de trabajo suele buscar defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa.. (mish!). En cambio, al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás, florecen los mejores logros. Es fácil encontrar defectos —cualquier necio puede hacerlo—, pero encontrar cualidades es una labor para los espíritus superiores que son capaces de inspirar el éxito de los demás.
Los problemas son, frecuentemente, las herramientas con las que Dios nos adapta para cosas mejores...



Advertencias:
  • Cualquier semejanza con la realidad es pura concidencia.
  • Los nombres de los personajes de ésta fábula han sido cambiados para proteger la verdadera identidad de los integrantes.
  • Esta recreación no representa el sentimiento del Directorio, y son sólo responsabilidad de quien las emite (o sea yo)



Para Paola y Susana, unas palabras:

Gracias por compartir conmigo y con el grupo bellos momentos.
Gracias por hacer realidad un lindo sueño!
Si en algo les fallé, como creo que lo hice, discúlpenme. No es fácil darle en el gusto a tanta gente..
Siempre estarán con nosotros y nosotros siempre estaremos con ustedes.
Estoy seguro que volveré a compartir con ustedes en lo que más nos gusta: bailando.
No les dije un adios, ni tampoco un chao, porque ésas palabras se les dicen a los que se van: ustedes no se han ido.. están con nosotros y ya llegará el tiempo en que volvemos a abrazarnos. Nuestros corazones siguen latiendo al mismo ritmo.